El viernes de nuestro campamento llegó y se inició una jornada llena de momentos significativos y experiencias que fortalecieron nuestra fe. Luego de desayunar, comenzamos el día con nuestras plenarias, donde cada grupo se reunió en su espacio respectivo: los niños se organizaron en sus grupos, los jóvenes se congregaron y los adultos se unieron en su propia sesión. Durante estas reuniones, recibimos una palabra edificadora que nos inspiró y nos recordó la importancia de vivir conforme a la voluntad de Dios, motivo por el cual dimos gracias a Él por Su Palabra, fuente inagotable de guía y fortaleza.
Posteriormente, almorzamos juntos en un ambiente de fraternidad, lo que nos permitió estrechar lazos y disfrutar de la compañía de cada miembro de nuestra comunidad. Por la tarde, tuvimos un tiempo libre para disfrutar de las bellezas del campamento; Aprovechamos para relajarnos junto al lago, practicar deportes y compartir momentos de alegría al aire libre.
Finalmente, la jornada se cerró de manera memorable en la noche con la primera presentación del coro de voces. Nuestros hermanos, demostrando gran habilidad y pasión, interpretaron hermosas alabanzas que llenaron el ambiente de espiritualidad y emoción. Sin duda, fue un día lleno de bendiciones, que nos dejó recuerdos imborrables y renovó nuestro compromiso con la fe.
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